Mallorca con niños. Mi verano slow

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Esta semana, que ha empezado a hacer frío y hemos tenido que buscar las chaquetas, las botas de agua y los chubasqueros que llevaban meses escondidos en el armario. Esta semana, he decidido escribir este post sobre nuestras vacaciones en Mallorca.

Este verano tuvimos la suerte de pasar unos días en casa de unos amigos mallorquines en el Noreste de la isla, en la bahía de Alcúdia. No estaba en los planes de nuestro verano slow pero ¿cómo íbamos a resistirnos a pasar seis días en el paraíso y a vivir nuestro primer viaje en avión?

Además, como el macho alfa y yo, ya hemos estado varias veces en la isla, también decidimos ir al ritmo de los gorilas. Sin prisas, sin presión por ver esto o lo otro. Planazo.

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Alcúdia es una ciudad medieval amurallada y vale la pena visitarla el día de mercado. Los gorilas se lo pasaron genial paseando por encima de las antiguas murallas y en el área infantil de la biblioteca Can Torró que está en una de las muchas casas señoriales del pueblo. Así, yo pude disfrutar del mercadillo.

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Platja d’Alcúdia es una zona bastante turística y en el núcleo principal los hoteles y edificios de apartamentos llegan casi hasta la playa pero también tiene playas y calas más retiradas, con menos gente y [casi] vírgenes.

En este post no os voy a recomendar muchas playas porque íbamos donde nos llevaban casi siempre cerquita de casa, y me he dado cuenta de que no hice tantas fotos como creía [:(] pero en esta zona vale la pena llegar hasta las calas del Cap de Formentor o preguntar a los locales [si es que quieren compartir uno de sus secretos mejor guardados ;)]. Por si acaso, os dejo este enlace a ver si os ayuda más que yo

Lo que no os podéis perder es hacer una ruta en coche por la Serra de la Tramuntana, patrimonio cultural de la UNESCO. Desde Alcúdia hacia el Este llegamos hasta el Mirador des Colomer. A mí, con los gorilas me dio un poco de yuyu y eso que está todo el camino protegido por vallas, pero realmente las vistas son espectaculares.

Después pusimos rumbo a Sóller pasando por la ermita de Lluc. Incluso a los gorilas, que cada vez soportan menos el coche, les gustó la carretera. Si vais con calma podéis bajar por una carretera de curvas imposibles [yo creo que allí grabaron aquel famoso anuncio de biodramina] hasta Sa Calobra. Es una de las calas “vírgenes” más famosas de Mallorca pero, a mi parecer, vale la pena si pasas el día sino, el mal trago de la carretera… uff! [Nosotros, esta vez, pasamos]

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Foto: carreteras peligrosas. Morfeo

Sóller estaba de fiesta mayor así que estaba bastante animado. Todos los pueblos de la Serra de Tramuntana tienen ese rollo de callejuelas con adoquines y preciosas puertas adornadas con plantas que te hacen pensar en patios frescos y a la sombra [mientras tú vas remojándote cada cinco minutos bajo el sol abrasador]. Allí comimos [siguiendo las recomendaciones de nuestros amigos mallorquines] en Can gata un local muy agradable, con un patio sombreado [¡bien!] y bastante bien calidad/precio.

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Desde Sóller se puede coger el antiguo tranvía de madera que une el pueblo con el puerto de Sóller y pasa por el medio de la plaza principal. Es una buena opción si quieres pegarte un chapuzón antes de seguir con la ruta y tienes ganas de pagar un pastón por vivir la aventura con un montón de guiris ;D aunque reconozco que si a los gorilas les hubiera apetecido, es un plan top para ellos. Pero prefirieron ir al parque [es lo que tiene viajar con niños].

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Después de parque, decidimos pegarnos el chapuzón en otro sitio. Seguimos por la carretera de la Serra de Tramuntana hasta el escondido desvío de Cala Deià [a la tercera, lo conseguimos]. Ya caía la tarde y la luz era bastante mágica. Nos dimos un buen baño aunque no es la mejor playa para bañarse con niños porque es de piedras, para llegar al agua hay que bajar por las rocas y además cubre enseguida [de hecho, ninguna de las que yo conozco por la Serra de Tramuntana, lo es]; pero les encantó bañarse con las chanclas [¡]

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Acabamos el día de ruta en Valldemosa. Yo estoy enamorada de este pequeño pueblecito de calles empinadas que llegan hasta la Cartuja, donde vivió Chopin. En la entrada de sus jardines paramos a tomarnos una coca de patata y una horchata de almendra en una terraza y allí los gorilas corrieron todo lo que no habían podido correr durante el día entre el coche y la playa de piedras. Así que todos contentos volvimos al campamento base en Alcúdia.

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Aprovechamos nuestro último día para pasear por el centro de Palma, comer una coca de pebre i tomàquet y admirar la Seu [la catedral de Mallorca]

Mallorca es una isla maravillosa y tiene sitios increíbles que visitar. En nuestros pocos días y a ritmo slow ya vimos muchas cosas. La Serra de Tramuntana para mí es de lo mejorcito pero es sólo un rincón de la isla. a ¿Alguna recomendación para futuras visitas? Es que yo ya estoy soñando con que vuelva el verano, sobre todo después de volver a ver las fotos de nuestras vacaciones.

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