Ser madre va [entre otras cosas] de comerse muchos yo nunca, cuando yo sea madre bla, bla, bla… y muchos zascas. Cuando eres pequeña o en la adolescencia ves cosas que hace tu madre y piensas que tú nunca harás eso que te da tanta rabia ¿Y sabes qué? Lo acabas haciendo  [o cosas peores :D]

Aquí van las cinco cosas de madres que yo no puedo evitar…

Limpiar la cara a tus hijos con saliva. Sí, estamos hablando probablemente de una de las cosas más asquerosas que se pueden hacer pero ¿cuántas veces lo habéis hecho? Os habéis olvidado las toallitas, el niño tiene la cara llena de churretes, no hay fuente, no llevas agua ¿cómo va a ir al cole/medico… con esa cara? Dedo a la boca y a fregar ARGGHH!! El gorila R, que es bastante finolis, ya me ha dicho que no se lo haga más. Y creédme, lo estoy intentando. En cambio, la gorila A me dice que a ella no le dan asco las babas de la mami gorila. Me la como pero en realidad, estoy con R.

Cenas a base de congelados. Siempre había pensado que cuando me convirtiera en madre, se activaría ese gen silenciado que llevo en algún sitio del ADN y empezaría a cocinar como la abuela gorila. Lamentablemente [y no entiendo por qué] eso no ha pasado. Me defiendo e intento cocinar rico y sano pero llega una noche en la semana que ya no puedo pensar más [falta de planificación amiga] y lo único que se me ocurre es tirar de guisantes congelados y merluza rebozada con forma de delfín. Con las croquetas no me he atrevido porque las de la abuela gorila les gustan tanto que no quiero traumatizarles con croquetas congeladas [;)]

Arremangar la ropa que les va grande. No soy de comprar la ropa dos tallas más grandes para que les dure… sobre todo porque no les va a durar, la van a destrozar antes de que les vaya bien y siempre la habrán llevado arrastrando y arremangada. Pero hay algunas cosas tipo la bata o el chándal del cole en las que la diferencia entre tallas es un abismo y me suelo decantar por la grande. La gorila A lleva la sudadera del chándal como si fuera un vestido y les compré unos monos de ski que les sobran por todas partes. Cuando los estrenen ya os enseñaré cómo les quedan pero es que tampoco hace falta que vayan luciendo tipito a la nieve ¿verdad? Y así el año que viene y quizás el otro [perdonádme gorilas] todavía les irán bien.

Poner la tele para descansar mentalmente. Ésta es de las que había jurado y rejurado que no haría nunca [ja,ja,ja]. Después de un día de lluvia con dos gorilas en casa podría suportar una hora entera de Dora exploradora y Peppa Pig haciendo juntas un especial. Lo que sí he cumplido es no poner la tele a la hora de comer y cenar y con eso me doy con un cantito en los dientes pero hay días que me oigo decir ¿y si ponemos un ratito la tele? Y por dentro, aunque me siento un poquito culpable, pienso que la negociadora de la ONU en la que me he convertido desde que soy madre podrá disfrutar de 20 minutitos de descanso.

Te vas a caer. Ya os hablé de esto cuando os expliqué las 5 frases de madre que juré no decir pero es que me daba tanta tanta rabia oírla que no puedo evitar pensar en lo bocachancla que fui cuando pensaba que no la diría. El gen de la cocinera maravillosa no lo he heredado pero se ve que el de madre helicóptero sí [pues vaya gracia]. Os prometo que lucho contra la maldita frase, me muerdo la lengua un montón de veces mientras por dentro pienso se cae,se cae y [lo siento] la acabo soltando. No lo puedo evitar.

¿Y vosotros cuál es la cosa de madres que jurasteis no hacer y no podéis evitar? ¿la hacía vuestra madre? ¿o es una nueva incorporación?