Hoy es mi cumpleaños. Hoy hace 40 años que llegué a este mundo con casi 4 quilos. Hoy cumplo 40 con unos cuantos más [y alguno de más]. Nunca he sido muy de hacer balances, ni de arrepentirme de las decisiones importantes. Soy más de tirar palante y de aprender de los errores. Pero quizás un día como hoy sea un buen momento para parar, mirar hacia atrás, a mi alrededor y seguir mi camino.

¿Cómo puede ser que ya tenga 40 años? Los que me conocen desde muy pequeñita saben que tengo muy buena memoria. A veces creen que me invento cosas porque ellos no recuerdan qué pasaran. Puede que sí ¿Quién sabe? Entre esos recuerdos están la abuela gorila aunque entonces era sólo mamá, los cuentos del caballo con alas de mi padre, el cole, las vacaciones en la playa, el baloncesto, que se me cayera el mundo encima cuando me dijeron que ya no podría jugar a básquet por un problema en la espalda, las amigas [iba a un cole de niñas], los amigos [cuando cambié de cole].

Hubo de todo claro pero mis recuerdos son de una infancia feliz, tranquila. Recuerdo que tenía una imaginación desbordante y que nada me daba miedo. Esas dos cosas las he ido perdiendo por el camino. No sé dónde pero ya no están. Siempre pensé que escribiría un libro. Tengo 40 años y todavía no lo he escrito [he escrito un montón de noticias. Buenas y malas, eso sí]. Por eso, me gustaría que los gorilas no perdiesen ese mundo interior, que sean capaces siempre de seguir inventando historias.

Una adolescencia tipo. Rebelde. Yo soy así ¿y qué? Bueno, un clásico. Ni muy bien ni muy mal. Adolescente. [pasemos un tupido velo por las adolescencias en general]

Hoy hace 20 años que tengo 20 años como diría Joan Manel Serrat. Y ahí empecé a ser quién soy ahora. La universidad, nuevos amigos, empezar a trabajar, decidir qué hacer con mi vida y con quién.

Hasta plantarme en los 35 y decirle al macho alfa Quiero un bebé. Y que vinieran dos. En estos cinco años he cambiado más que en todos los anteriores. Me he convertido en la mamá de dos gorilas preciosos por los que haría cualquier cosa en un mundo que no está preparado para que las mamis salgamos ahí fuera a sacar las castañas del fuego. Pero lo hacemos.

Y el tiempo pasa demasiado rápido [demasiado rápido]. Yo tengo 40 años y mis peques ya tienen 4. El otro día mientras cenábamos la gorila A me dijo: Jo, yo quiero ser mayor ¡Ya! No tengas prisa cielo. ¡Disfruta!

Yo, hoy más que nunca, voy a disfrutar. No sé qué me tienen preparado el macho alfa y los gorilas para hoy pero sólo con pasar el día con ellos, ya me siento afortunada. Y perdonad la ñoñería pero es que… ¡ya tengo 40!