Adoro estar en el agua. En el mar, en la piscina, un lago, un río. Me da igual. Me encanta. Nunca le he tenido miedo y la abuela gorila se pasaba los veranos persiguiéndome para que no acabará dentro de una fuente en la ciudad, o tirándome al mar desde un rompeolas. Por eso, entre otras cosas, decidimos llevar a los gorilas a la piscina desde bien pequeños.

Cuando tenían apenas cuatro meses nos apuntamos [los cuatro] a clases de lo que llaman matronatación. Los gorilas eran muy muy pequeñitos [en edad corregida tenían un mes y poco más] pero cuando le preguntamos a la pediatra que le parecía la idea, nos animó a hacerlo.

Durante tres meses, íbamos los cuatro una vez a la semana a nadar. Como veis para apuntar a mellizos o gemelos a natación hace falta una buena logística conciliadora porque no puede entrar [lógicamente] un único padre con los dos. Por suerte, yo estaba todavía de baja y en esa época  el macho alfa trabajaba en fin de semana. Si no hubiéramos tenido que llamar a la abuela gorila [también para eso…]

En la piscina, el macho alfa y yo nos turnábamos a los gorilas. Esta semana yo con el gorila R y tú con la gorila A, y al revés. Así, los dos podían disfrutar de su papi y su mami en la piscina.

Al vestuario los tenía que llevar yo solita a los dos porque cuando salíamos de la piscina les entraba un hambre voraz y todavía estábamos con la lactancia materna exclusiva. Así que os podéis imaginar el percal. Los dos llorando agotados y hambrientos mientras yo me semi-visto y luego sentada en un banco del vestuario con un gorila en cada lado [¿Os habéis fijado alguna vez en lo estrechos que son los bancos de los vestuarios deportivos?].

Así que, en la piscina lo pasábamos genial: el monitor era encantador y los gorilas nos ofrecían sus mejores sonrisas y chapoteos pero el post-piscina se me hacía un poco cuesta arriba. Entonces recordaba los beneficios de la matronatación para los bebés:

• El ejercicio que hacen en el agua fortalece su sistema cardiorespiratorio
• Ayuda al desarrollo de la psicomotricidad del bebé. En el agua tienen mucha libertad de movimientos y empiezan a coordinarlos.
• Mejora las habilidades sociales. Se divierten con otros bebés, chapotean a la vez, se ríen… Una manera como cualquier otra de hacer amigos
• Mejora la inteligencia. Al menos eso dices algunos estudios que afirman que los bebés que hacen natación antes de los dos años tienen un mayor percepción del mundo y esto les ayudará en su capacidad de aprendizaje [a saber…]
• Mejora la relación afectiva entre el bebé y sus padres. Se crean vínculos de confianza y los bebés se sienten más seguros en un medio diferente

[Esta lista la he encontrado en la página web de nonabox]

Nos hubiera encantado seguir llevándolos pero casi al final del trimestre a la gorila A le salía una erupción en la piel cada vez que íbamos a la piscina por mucha crema hidratante que le pusiéramos. A la pediatra le gustaba tanto que fuéramos a natación que insistía en las cremitas hasta que un día la llevamos justo después de la piscina. ¡Ah! Vale… desapuntadla [¿Por qué siempre nos tratan de histéricas?]

¡Ah! si los apuntáis a la piscina, no os olvidéis del gorro [están muy graciosos] y de los pañales para el agua o del bañador pañal sino queréis que vuestros bebés se conviertan en boyas flotantes. [Aquí encontraréis los de Splash Out que son chulísimos]

Dejamos la piscina hasta el verano pero en cuanto tuvimos ocasión y comprobamos que la piel de la gorila A se había vuelto más resistente, los apuntamos con la guardería. A los dos años tenían su caballito de mar blanco. En el cole de mayores siguen haciendo natación. Ya no llevan ni chaleco, ni manguitos, ni nada mis valientes, y los tendrías que ver nadando.

¿Vuestros bebés van a natación? ¿Cómo lo lleváis? ¿Y de mayores, les da miedo el agua?