Después de una semanas poco inspiradas para hacer reseñas de cuentos infantiles, vuelve la sección Leer con gorilas al blog. Y lo hace con un libro que me apetecía mucho explicar a los gorilas pero que me hace sentir una mami sargento en vez de una mami gorila. 

El protagonista de Soy un artista  es un niño muy, muy, muy creativo y que además es capaz de dar alas a su creatividad en cualquier momento y en cualquier lugar. El niño no tiene nombre pero nosotros le llamamos Petit Dalí porque lleva pintado un bigote como el del genio del surrealismo al que los gorilas admiran desde que fuimos al Museo Dalí de Figueres.

La madre de Petit Dalí no le entiende y eso que ella también es una artista [cree él] porque cada mañana después de pasar por chapa y pintura, se convierte en una obra de arte. Pero él lejos de dejar de plasmar sus obras de arte en las paredes, en la nevera o en el baño se las dedica a su madre mientras ésta duerme una siestecilla.

Las ilustraciones del libro son súper chulas y muy divertidas. Además las obras de arte de Petit Dalí son verdaderamente originales y a los gorilas les encanta pero [y es un pero grande] acaban diciendo que es un desastre porque no se puede pintar en las paredes y que cuando se despierte su madre, se va enfadar.

Y sí, supongo [bueno, no, afirmo] que si yo fuera la madre de Petit Dalí y al despertar de la siesta viera todas la paredes de la casa pintadas, la nevera llena de plantas, la bañera rebosante de agua con papel de wc dentro… me enfadaría [aunque primero le agradecería que me hubiera dejado dormir una siesta].

Entonces pienso que soy una mami sargento, que no dejo volar su imaginación y su creatividad porque en casa pintamos con ceras, acuarelas, con las manos, con los pies, estampamos con esponjas, con hojas… con todo, pero [otro pero grande] el límite es el papel.

Así que los tres le hemos estado dando unas cuantas vueltas al asunto y hemos acabado decidiendo que la madre de Petit Dalí tiene que llevarlo a algún sitio donde se pueda pintar en las paredes o dejarle pintar una pared de su habitación para que deje fluir su creatividad.

Los gorilas [de momento] no quieren pintar las paredes de su habitación porque ya las tienen llenas de sus obras de arte colgadas pero sí que están muy interesados en que busquemos un sitio donde nos dejen pintar las paredes. Lo buscaremos y así dejaré de ser la mami sargento y volveré a ser la mami gorila.

Volviendo al libro Soy un artista de Marta Altés es altamente recomendable no sólo porque sea bonito y divertido sino porque, al menos en casa, nos ha hecho pensar en cómo educamos a nuestros gorilas.

¿Tenéis artistas en casa? ¿Hasta dónde dejáis que expresen su creatividad? ¿Papel? ¿Paredes? ¿Os parece que no dejarles pintar las paredes, neveras… es coartar su creatividad? ¿O tiene que haber un límite?